miércoles, 25 de diciembre de 2013

Ayelén en el espejo.

- Querida Ayelén, ¿Que te trae hoy por aquí ... ? Anuncia el espejo, brillante con rayos de sol...
- Las ganas de reencontrarme, de redescubrirme, de destruirme, de renacer... Simplemente las ganas. Contesta Ayelén.
El espejo se queda pensante y curioso pregunta - ¿Cómo piensas hacer eso?
Y Ayelén piensa y responde - Viéndome, mirándome, escuchándome, sumergiéndome dentro de mi, hasta lo más profundo de mi ser ahí están todas las respuestas que busco ¡Todas!
El espejo duda de esa respuesta, y repregunta - ¿Cómo piensas hacer eso?
Ayelén media molesta le responde - Reviviendo mi vida, cada momento, viendo en que momento perdí mi esencia, y tratando de cerrar y sellar viejas heridas, puertas y ventanas que permiten el ingreso a cosas indeseadas... ¡Yo sé lo que hago!
El espejo se quiebra... Y no contesta.
Ayelén insiste en que es una discusión inútil, que ella sabe lo que hace, o lo que intenta hacer. Ella sabe curarse, fue leona salvaje alguna vez y tuvo que lamer sus heridas... Ahora es una leona domesticada y feliz, pero hay cosas que pesan y decide dejarlas partir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario